Grupo parlamentario marroquí debate por primera vez legalización de cannabis

Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 4 dic (EFE).- Un grupo parlamentario marroquí organizó hoy en la sede legislativa de Rabat un debate inédito en el que se propuso la legalización para usos terapéuticos e industriales de la planta del kif o canabís, de la que se extrae el hachís y que cuenta en Marruecos con una de las mayores superficies del mundo.

En una jornada de estudios organizada por el grupo parlamentario del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, opositor) en la sede legislativa, parlamentarios de distintos partidos, activistas de la sociedad civil y expertos del sector coincidieron en la necesidad de regularizar la plantación y uso del kif, que ocupa una superficie de 47.000 hectáreas, según los últimos datos oficiales.

Los participantes denunciaron la precariedad e inseguridad de los campesinos que se dedican al cultivo del kif (40.000 agricultores están teóricamente "buscados" por la policía marroquí) y que están explotados por los grandes narcotraficantes.

Chakib Jiari, presidente de la Asociación Rif de Derechos Humanos y militante histórico por la legalización del kif, resaltó el sufrimiento de los pequeños agricultores por depender de un cultivo ilegal y estar en manos de organizaciones delictivas.

Jiari propuso crear una economía legal para las familias agricultoras del kif y sacarlas del círculo de criminalidad.

El vicesecretario general del PAM, Hakim Benchemas recordó que el objetivo del encuentro es estudiar los usos positivos del kif para llegar a una "economía alternativa y legítima".

Benchemas recordó que su partido prevé presentar una propuesta de ley para la legalización del kif basada primero en un censo de superficies plantadas, además de crear una institución pública que supervise la plantación y comercialización del kif.

Por otra parte, los participantes recordaron la existencia de más de 100 usos de la planta del kif además de la transformación en hachís, como la extracción de plástico o de placas aislantes del cáñamo entre otros usos, sin necesidad de erradicar las plantas, dado que la experiencia de cultivos alternativos ha sido hasta ahora un fiasco.

Históricamente la plantación del kif en Marruecos gozó de la flexibilidad y tolerancia de las autoridades; sin embargo, tras la independencia del país se aprobó un arsenal jurídico que criminalizó el cultivo del kif y que fue intensificando las penas hasta 10 años de cárcel.

Ahmed Tuhami, vicepresidente del Centro de Estudios sobre las Drogas y Medioambiente, criticó el dispositivo jurídico existente que criminaliza la plantación del kif y recordó que esa planta no es tan nociva como otras drogas más fuertes o incluso las drogas industriales.

Marruecos ha sido durante muchos años el principal productor de hachís del mundo, pero si en 2006 producía el 22 % del total, bajó en 2010 hasta un 15 %, lo que lo sitúa por encima del segundo gran productor, Afganistán (12 % y en neto aumento debido al mayor rendimiento medio por hectárea), según cifras de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito.

Los intervinientes durante la jornada de hoy mostraron su consenso sobre la regularización de la plantación del kif pero queda por ver hasta qué punto se puede llevar a cabo en la práctica.

Concretamente, Jaled Benomar, responsable en la Agencia de Promoción y Desarrollo del Norte, explicó que el ingreso anual de las familias que se dedican al cultivo del kif no supera los 40.000 dirhams (3.500 euros) y subrayó que su legalización reduciría considerablemente sus ingresos, lo que obligaría a compensar a los campesinos para evitar una contestación por su parte.

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