El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, advirtió ayer de que los llamados clubes sociales de cannabis pueden ser legales siempre que limiten su actividad a “abrir debates” sobre el uso de esta sustancia, pero recordó que incurrirán en delito, salvo que medie un cambio legislativo, si se dedican a cultivar, vender o “fomentar” su consumo. El fiscal superior compareció ante la ponencia del Parlamento vasco que estudia la regulación de los clubes de cannabis.