Terapia con cannabis

Cuando los prejuicios obstaculizan la búsqueda de nuevos enfoques
Tom Blickman
Sábado, 4 de mayo, 2013

En respuesta a un blog apoyando la iniciativa innovadora del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, para utilizar los beneficios terapéuticos o mitigadores de la marihuana con el fin de reducir el uso problemático del bazuco [1] el Dr. Augusto Pérez insiste en que no hay indicaciones científicas suficientemente fuertes. Según el director de la Corporación Nuevos Rumbos aplicar la experiencia que en algún momento tuvo Brasil no es posible. Eso no es cierto.

Las opiniones de Dr. Pérez son más un ejemplo del peso de los prejuicios entre los gremios conservadores en Colombia y América Latina respecto a las propuestas científicas que examinan las posibilidades medicinales del cannabis. El Pérez se pregunta, “¿Cuántos de los consumidores del Bronx que participarán en el ensayo tienen las características de los que fueron observados en Brasil?” Bueno, en realidad muchos. Apa­ren­te­mente, el Dr. Pérez no conoce ni las circunstancias de los usuarios de bazuco, ni el proyecto piloto.

Según la evidencia empírica en los pre-estudios del proyecto piloto resulta que en varias ciudades colombianas, incluso a Bogotá, “es una práctica recurrente entre los usuarios de bazuco, usar el cannabis para paliar, reducir o mitigar los efectos de ansiedad producida por la abstinencia o el alto grado de excitación producidos por el consumo de bazuco”, de acuerdo a un estudio preparativo del proyecto. Adicionalmente este estudio ha recopilado “testimonios y prácticas de personas que abandonaron el consumo de bazuco por el con­sumo de cannabis y hoy son funcionales, con mejores estándares de salud, alejados de la cri­mi­nalidad e integrados a la sociedad.”

Las mismas circunstancias

Además, el Dr. Pérez dice que en Brasil “esas personas eran usuarios exclusivamente de crack y su inclusión en la observación exigía que no consumieran ninguna otra sustancia y que no presentaran ningún trastorno psiquiátrico” y que “en el caso de Bogotá, los adictos a tratar… no son consumidores de una sola droga y la mayoría podría tener problemas psiquiátricos.”

Esto no es cierto, muchos de los craqueros de São Paulo consumían también la marihuana. Fue precisamente por la observación que hicieron los investigadores brasileros de la automedicación que practicaban los usuarios de crack lo que los motivó a poner en marcha este estu­dio exploratorio. En otras palabras, casi exactamente las mismas circunstancias que los investigadores de São Paulo encontraron entre los usuarios de crack de esa ciudad son las que se encuentran en el Bronx en Bogotá.

Un número cada vez mayor de investigaciones sobre terapia de sustitución relacionada con el cannabis sugiere que para muchos pacientes el cannabis no sólo es un medicamento eficaz, sino también una sustancia con potencial para ayudar al usuario problemático a superar la adicción a otras drogas, incluso la heroína, como señala un estudio reciente. Otro estudio exploratorio también sugiere que “la marihuana podría ser conveniente como intervención farmacológica adicional para los usuarios de metanfetamina, si los datos que aquí se presentan se repiten en estudios de gran escala”. (Los efectos de la metanfetamina son muy similares a bazuco)

Prejuicios

El Dr. Pérez se pregunta “si los resultados fueron tan buenos, ¿por qué después de 14 años no se generalizó el procedimiento, ni en Brasil ni en ninguna otra parte?” La respuesta a esta pregunta la tiene Dartiu Xavier da Silveira, especialista en adicciones, profesor de psiquiatría, director del Programa de Orientación y Asistencia a Dependientes (Proad), de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), y uno de los autores del estudio en São Paulo: “Los pacientes usaban marihuana que ellos mismos se las arreglaban para obtener a través del mercado negro. De haber querido nosotros continuar el estudio, habríamos tenido que proveer nosotros mismos el ingrediente activo de la marihuana. Para esto habríamos necesitado un permiso especial imposible de obtener debido al prejuicio generalizado en el Brasil”.

Parece que no solo en Colombia y Brasil este prejuicio encapsulado en las doctrinas prohibicionistas es un obstáculo para investigaciones y tratamientos innovadores. Sucede también en el Uruguay en donde la doctora Raquel Peyraube, especialista en usos problemáticos de drogas y asesora del Gobierno de Uruguay, quien ha puesto en práctica terapias de sustitución del paco por marihuana, enfrenta el riesgo de que los jueces la tipifiquen por el artículo del Código Penal relativo a la asistencia al consumo. Afortuna­damente, muchos no lo hacen porque entienden que el objetivo es obtener un bien superior.

Inquisición profesional ?

Las razones por las cuales la mayoría de las experiencias de reducción de daños con auto­administración y consumo regulado de marihuana en América Latina no están formalmente documentadas son simples: pocos profesionales están dispuestos a reconocer públicamente que consideran “benéfico” el consumo de marihuana en determinadas circunstancias. No quieren dejarse descalificar por las asociaciones médicas conservadoras, ni pueden exponerse a un proceso judicial por alentar o avalar el uso de una sustancia ilegal. Una situación que hace pensar en una inquisición profesional que no ayuda en la búsqueda de soluciones a la problemática del usuario marginalizado en situaciones de grave riesgo.

En un evento reciente sobre políticas de drogas y cannabis en Argentina, la doctora Peyraube instó a la comunidad médica a “sacarse los prejuicios” en torno a la utilización del cannabis. En América Latina debido a "la prohibición, la ciencia está muy atrasada en relación a los estudios medicinales sobre cannabis que sí se realizan en otras partes del mundo". Y añadió: “El sistema de salud es expulsivo de los usuarios... Los médicos tenemos que liberarnos de representar el brazo represivo en materia de salud, porque los pacientes con problemáticas de drogas no vienen a nosotros”.

Es lo que parece estar haciendo ahora la administración de la ciudad de Bogotá con sus Centros de Atención Médica a Drogodependientes (Camad) y el programa de sustitución de marihuana por bazuco.

O psiquiatra Dartiu Xavier explica como usuários de crack de São Paulo conseguiram se livrar da dependência da pedra com a substituição pela maconha.


[1] Contrariamente a lo que sostiene Pérez, el término “bazuco” se utiliza con más frecuencia que “basuco”. Incluso la RAE lo prefiere con z.