Las noticias sobre el decepcionante contenido de la declaración política que se adoptará en el segmento de alto nivel del 52º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND), que tendrá lugar la próxima semana en Viena, se está empezando a filtrar a los medios. Mientras tanto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) se prepara para reivindicar el éxito del fallido sistema internacional de control de drogas.
Mientras dirigentes políticos de todo el mundo se preparan para la reunión que se celebrará el 11 y 12 de marzo en Viena para revisar los diez años transcurridos desde la Sesión Especial de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre drogas de 1998 y fijar un marco para la próxima década a través de una declaración política, hay ya indicios de que el consenso mundial sobre la fiscalización internacional de estupefacientes se está resquebrajando.
Uno de los objetivos de la UNGASS de 1998 era “eliminar o reducir considerablemente el cultivo ilícito del arbusto de coca, la planta de cannabis y la adormidera para el año 2008”. Estos objetivos no se han cumplido –de hecho, la producción mundial de cocaína, heroína y cannabis ha aumentado–, pero en la próxima declaración política se va a establecer el mismo objetivo ilusorio que en la década anterior.
El problema se ve exacerbado por la declaración de que los Estados miembro acuerdan fomentar ‘activamente una sociedad libre del uso indebido de drogas', una frase que recuerda demasiado al lema de 1998 slogan: ‘Un mundo sin drogas; podemos conseguirlo’. No cabe sino preguntarse si la CND ha aprendido algo de los últimos diez años y piensa comprometerse a promover activamente ago que ha resultado ser imposible de alcanzar.
Las noticias sobre los decepcionantes resultados de la revisión de diez años de la UNGASS están ya empezando a llegar a los medios. En su editorial, la influyente revista semanal The Economist concluye: "La próxima semana, ministros de todo el mundo se darán cita en Viena para establecer la política internacional en materia de drogas para la próxima década. Muchos afirma?án, como viejos generales de la primera guerra mundial, que sólo se necesita más de lo mismo. De hecho, la guerra contra las drogas ha sido un desastre, que ha creado Estados fallidos en el mundo en desarrollo mientras la adicción florecía en el mundo rico. Se mire como se mire, esta lucha que cumple ya cien años ha sido intolerante, letal y absurdo" (Failed states and Failed politics: How to Stop the Drug Wars). En una serie de reportajes, The Economist ilustra los efectos devastadores de la 'guerra contra las drogas’.
The Guardian también publicó un comentario demoledor la semana pasada (Never mind the evidence - a drug-free world is nigh). "El daño provocado por la prohibición es asombroso, pero los políticos siguen aferrados a la miope ambición de una 'guerra global contra las drogas'", señala el comentario. El diario alude a la decepcionante cuestión de la declaración política, que ni siquiera menciona el logro más significativo en materia de políticas de drogas de la última década: la introducción de enfoques de reducción del daño para luchar contra el consumo problemático de drogas y la propagación del VIH/SIDA, otras enfermedades de transmisión sanguínea y la marginación social.
“Hasta hace poco, había fuertes indicios de que las negociaciones de Viena adoptarían un enfoque más pragmático y sensible”, señala The Guardian. “Los países de la UE, respaldados por algunos Estados latinoamericanos, Australia y Nueva Zelanda, han estado presionando para que la nueva declaración mencione explícitamente la reducción de los daños por primera vez. Pero ese optimismo se ha desvanecido, y la línea de la UE se va a pique, mientras el Vaticano emite una declaración que afirma que la reducción de los daños conduce a la liberalización del consumo de estupefacientes y es ‘contraria a la vida’, y los Estados Unidos, Japón y Rusia siguen vetando todo lo que se salga de la tolerancia cero.”
La postura de Rusia resulta especialmente sorprendente. Durante la década transcurrida desde la UNGASS de 1998, en Rusia se ha producido un aumento notable del número de consumidores de drogas. Al mismo tiempo, el país ha experimentado la epidemia de VIH que se extiende más rápidamente del mundo, en gran medida debido al uso de drogas por vía intravenosa. La cantidad de personas que viven con el SIDA pasó de 40.000 en 1997 a 940.000 en 2007, según un informe reciente. Esta cifra representa un incremento del 2.350%. Más del 80 por ciento de los contagios de VIH acumulados de la nación se deben al consumo de drogas inyectadas. Los medicamentos básicos para neutralizar la pandemia, como la metadona y la buprenorfina para el tratamiento de sustitución con opiáceos, son ilegales en Rusia, lo cual sólo suma más problemas a los millones de consumidores de drogas. Sin embargo, este países pretende decir al resto del mundo cuál debería de ser la mejor política de drogas.
Algunos Gobiernos han cuestionado esta autocomplacencia y han hecho todo lo posible en los últimos seis meses para incorporar en la declaración un enfoque basado en los derechos humanos, la reducción de los daños y el desarrollo. Sin embargo, el enfoque de la 'tolerancia cero' se ha impuesto debido a la presión de los Estados Unidos, la Federación Rusa y Japón. A pesar del claro respaldo de la reducción de los daños en la estrategia europea sobre drogas y su plan de acción, Italia decidió apuñalar a sus socios europeos por la espalda y unirse al bando guerrero.
Mientras tanto, la ONUDD se prepara para anunciar a bombo y platillo el éxito del actual sistema internacional de control de drogas. Como no puede demostrar ningún triunfo durante la última década, el organismo ha cambiado de estrategia y defiende ahora una serie de cambios positivos durante 100 años de fiscalización de estupefacientes, coincidiendo con el aniversario de la Convención de Shanghai sobre el opio de 1909, que dio el pistoletazo de salida al paradigma prohibicionista. En el informe La historia reinterpretada, el TNI ya ha demostrado que la ONUDD está intentando ocultar los errores con una mala lección de historia, que compara el actual control de drogas con la producción y el consumo de opio en China a principios del siglo XX. Así, se está usando una lógica distorsionada para inventar comparaciones con una supuesta producción más alta en el siglo pasado.
Curiosamente, el sitio web de la ONUDD pareció durante unos días cambiar la postura del organismo. Su director ejecutivo, Antonio Maria Costa, instaba al parecer a que estuvieran disponibles en todo el mundo "terapias de sustitución con opiáceos, intercambio de jeringuillas y otras medidas de reducción de los daños cuya eficacia se ha demostrado científicamente" y a que ello "se mencione explícitamente en la declaración política" que se iba a presentar al cabo de una semana. Costa afirmaba también que "es negligente seguir una estrategia que ha permitido la muerte de miles de personas y que sigue exponiendo innecesariamente a millones de personas al VIH y el SIDA cuando la ciencia ha proporcionado soluciones simples para reducir de forma significativa el número de nuevos contagios". Lamentablemente, al hacer clic en el botón ‘leer más’, se hace evidente que el mensaje es parte de una imaginativa campaña de protesta para denunciar el daño provocado por una mala política de la ONU con respecto a las drogas.
El Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas, una red mundial de ONG especializadas en cuestiones de fiscalización de drogas de la que TNI forma parte, insta a todas las delegaciones nacionales en Viena a expresar en términos claros su desacuerdo con los resultados del proceso y a exigir una revisión más coherente, integral y equilibrada que se ajuste al siglo XXI. Como miembros del IDPC, sólo podemos rechazar las presentes versiones de la declaración política y el plan de acción, ya que distan mucho de corresponderse con lo que consideramos que deberían ser directrices básicas de la ONU para el control de drogas en los próximos años.
Véase el comunicado de prensa del IDPC:
Revisión de la política de drogas de la ONU: desconectada de la realidad y del conjunto del sistema, 9 de marzo de 2009.
Véase también:
Coherence Not Denial
Alone among UN agencies, CND continues to block support for harm reduction
Declaración de las redes para la reducción de los daños ante el segmento de alto nivel del 52º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la ONU
Viena, 11-12 de marzo de 2009