Fracasos frente a las drogas
Sábado, 9 de julio, 2011
En una extraordinaria iniciativa que dio a conocer este mes en EE.UU., la Comisión Global de Políticas sobre las Drogas hizo recomendaciones valientes sobre cómo controlar el comercio ilegal de drogas de forma más efectiva . El infome describe el completo fracaso de la lucha global contra la droga y sobre todo de la “guerra contra las drogas” que EE.UU. declararon hace cuarenta años. Señala que desde 1998 hasta 2008 el consumo global de opiáceos se incrementó 34,5%, que el de cocaína creció 27% y que el de marihuana aumentó 8,5%.
Sus principales recomendaciones son sustituir el encarcelamiento por tratamiento en el caso de las personas que consumen drogas pero que no dañan a otras y concentrar un trabajo internacional más coordinado en el combate contra las organizaciones criminales en lugar de contra los delincuentes menores y no violentos.
Esas recomendaciones son compatibles con la política estadounidense respecto de las drogas de hace treinta años. En un mensaje al Congreso de 1977, dije que el país tenía que despenalizar la posesión de menos de una onza (28 gramos) de marihuana y combinarlo con un programa de tratamiento para adictos . También me opuse a que se llenaran las cárceles de jóvenes que no eran una amenaza contra la sociedad y resumí mi posición diciendo: “El castigo contra la posesión de una droga no debe ser más nocivo para una persona que el propio uso de la droga.” En aquel momento esas ideas gozaron de una amplia aceptación.
En la década de 1980, sin embargo, el presidente Ronald Reagan y el Congreso empezaron a alejarse de esas políticas equilibradas. Esa actitud conllevó un enorme gasto de recursos , así como la dependencia de fuerzas policiales y militares para reducir el cultivo extranjero de marihuana, coca y opio, y la producción de cocaína y heroína. Una de las consecuencias ha sido una terrible intensificación de la violencia relacionada con las drogas, la corrupción y graves violaciones de los derechos humanos en una creciente cantidad de países latinoamericanos.
Copyright The New York Times, 2011. Traducción de Joaquín Ibarburu.