En los campos del opio mexicano
Campesinos pobres plantan amapola en las montañas del Estado de Guerrero, el mayor productor de América bajo el yugo del narco
Jueves, 26 de mayo, 2016
A 2.500 metros de altura, manda el narco. Es el corazón de su imperio. Una accidentada región, con una orografía de cuchillo, cuyas laderas son una bendición para la hermosa papaver somníferum y una maldición para lo demás. “En esa zona reina el caos y la violencia pura; ahí no hay presencia del Estado, ni carreteras ni hospitales; ni siquiera el narco está bien organizado. El mercado de la droga se lo disputan grupos criminales antagónicos”. (Véase también: El precio de la muerte | El Estado más violento de México sugiere regular el cultivo de amapola para frenar la sangría del narco)