Una oportunidad perdida
La penalización del consumo de drogas, que se hace en nombre de la salud, es desastrosa para la salud pública y para los propios consumidores
Domingo, 5 de mayo, 2019
Hace 25 años, Colombia tuvo la gran oportunidad de adoptar una política más humana, eficaz y democrática frente al problema del abuso de sustancias psicoactivas; pero malgastamos esa ocasión. La oportunidad fue la sentencia C-221/94 de la Corte Constitucional, que hace exactamente 25 años declaró inconstitucionales las normas que penalizaban con cárcel el consumo de sustancias psicoactivas ilegales, como la cocaína o la marihuana. El argumento esencial de la Corte fue que esas normas violaban la autonomía y el libre desarrollo de la personalidad, pues la conducta del consumidor no afecta, en sí misma, derechos de otras personas, por lo que no podía ser penalizada.