Coalición estadounidense de reducción de daños pide cambios
Nelson Mandela muestra su apoyo a las personas que viven con VIH / SIDA
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Allan Clear,de la Coalición para la Reducción de Daños, ha emitido un llamamiento urgente a la Casa Blanca de Obama para que intervenga en las actuales negociaciones sobre la declaración política de la revisión de la UNGASS de 1998 que se debe adoptar en el segmento de alto nivel de la Comisión de Estupefacientes (CND) que tendrá lugar en marzo de 2009. Para más de dos millones de personas que viven con VIH, especialmente en África, son muchas las expectativas de cambio en la política exterior de Obama.
La actual delegación estadounidense está bloqueando la introducción de las palabras ‘reducción del daño’ y cualquier término afín en los documentos.
La declaración política establecerá el marco para la próxima década y, por extensión, el curso de la respuesta mundial a la epidemia del VIH en la medida en que ésta afecta a los consumidores de droga. “Es imprescindible que la nueva administración Obama actúe rápidamente para garantizar que la delegación estadounidense ante la próxima revisión de la UNGASS refleje su postura declarada de que apoya levantar ‘la prohibición federal sobre el intercambio de jeringuillas, que podría reducir dramáticamente los índices de contagio [de VIH] entre consumidores de drogas’”, escribe Clear. “En caso contrario, nuestro nuevo presidente dejará escapar una temprana y vital oportunidad para volver a conducirnos a una era de políticas basadas en evidencias.”
El 1 de enero, una carta firmada conjuntamente por la Coalición para la Reducción de Daños, Physicians for Human Rights y más de 60 organizaciones que trabajan sobre la salud pública y los derechos humanos, solicitaba a la administración Obama que designara inmediatamente una delegación más progresista para el proceso de revisión de la UNGASS; una delegación que refleje la postura del presidente con respecto a los programas de intercambio de jeringuillas y ponga a la sociedad civil en la mesa a la que pertenece.
Para más de dos millones de personas que viven con VIH, especialmente en África, son muchas las expectativas de que el cambio prometido por el presidente Obama se extienda también a su política exterior. Las actuales políticas estadounidenses prohíben la financiación a organizaciones que trabajen sobre la prevención de VIH entre trabajadores sexuales o con programas de intercambio de jeringuillas para evitar la propagación del VIH entre consumidores de drogas por vía intravenosa.