Nuestros estudios confirmarán nuestras afirmaciones
Hace poco, TNI presentó en su sitio web el informe de la Comisión de Investigación sobre la Hoja de Coca, un documento publicado en 1950 que proporcionó los argumentos para incluir la hoja de coca en la Convención Única de 1961. Se trata de un informe difícil de encontrar actualmente.
Un artículo de Andrew Weil, convertido ya en un clásico ("The New Politics of Coca") y publicado por The New Yorker en mayo de 1995, describe cómo enfocó este estudio el presidente de la Comisión, Howard B. Fonda.
A la Comisión se le encomendó “investigar los efectos de mascar hoja de coca y las posibilidades de limitar su producción y controlar su distribución”. Fonda tenía pocos o nulos conocimientos sobre etnobotánica, farmacocinética o culturas andinas. Era un ejecutivo de la empresa farmacéutica Burroughs Wellcome y miembro de la Asociación Estadounidense de Fabricantes Farmacéuticos. Al llegar a Lima, en septiembre de 1949, concedió una entrevista al diario El Comercio antes de iniciar su trabajo:
“Creemos que el consumo diario y sistemático de hojas de coca mediante mascado (...) no sólo es profundamente nocivo y por tanto perjudicial, sino que es también la causa de la degeneración racial en muchos centros de población, y de la decadencia que se manifiesta visiblemente en muchos indios –e incluso en algunos mestizos– de determinadas zonas del Perú y Bolivia. Nuestros estudios confirmarán la certeza de nuestras afirmaciones, y esperamos poder presentar un plan de acción racional (...) para conseguir la plena y total abolición de este pernicioso hábito.”
Fonda ya había formulado sus conclusiones incluso antes de que se iniciara el estudio. La Comisión ignoró sistemáticamente referencias bibliográficas que ya entonces hablaban de las propiedades beneficiosas de la coca, y presentó su informe final a las Naciones Unidas en junio de 1950. Dos años después, el Comité de expertos en farmacodependencia de la OMS adoptó la postura oficial según la cual el mascado de coca era un tipo de drogadicción. Al cabo de una década, la ONU incluyó la hoja de coca en la Lista I de la Convención Única, que comprende las sustancias consideradas más nocivas y controladas, como la cocaína y la heroína. Y ahí se ha quedado, desde entonces, la hoja de coca