Noruega estudia el tratamiento asistido con heroína
El reciente informe del Comité Stoltenberg, establecido por el ministro de Sanidad noruego para revisar la situación de los estupefacientes en el país, recomienda, entre otras cosas, que se empiece a ofrecer tratamiento asistido con heroína a los consumidores más marginalizados. El Gobierno, aunque apoya la adopción de nuevas medidas para la reducción de los daños, aún está estudiando la posibilidad de seguir la recomendación.
El tratamiento asistido con heroína entraña la prescripción de heroína en entornos con supervisión médica y la eficacia de su uso ha ido generando una creciente base de evidencias empíricas durante los últimos 20 años.
Ciertas voces críticas en el país se oponen a la intervención y apuntan a las experiencias con este tipo de tratamientos en los Países Bajos que, según Sverre Nesvag, director de estudios sobre estupefacientes del Hospital Universitario de Stavanger, ha sido “un fracaso”. Los argumentos que aporta Nesvag para sostener esta afirmación son escasos; se limita a afirmar que "al menos el 50 por ciento" de los pacientes abandonaron el programa de seguimiento de cuatro años que se ofrece a aquellos que se beneficiaron de los estudios controlados aleatorios realizados en los Países Bajos. En los Países Bajos –al igual que en el Reino Unido, España, Alemania, Canadá y Suiza– llegaron a la conclusión de que, en el caso de un grupo de heroinómanos que presentaban 'resistencia al tratamiento' (es decir, que no progresaban con los tratamientos de sustitución de opiáceos con metadona y subutex), el suministro de heroína en un entorno clínico tenía marcados efectos terapéuticos, tales como la mejora de la salud, del estado mental y del funcionamiento social, y la reducción del consumo de drogas y de la actividad delictiva.
Nesvag respalda las terapias de sustitución de opiáceos, pero prefiere el uso de metadona y buprenorfina. Sin embargo, se sabe que un cierto porcentaje de las personas dependientes de la heroína no se adaptan bien a estos tratamientos y obtienen de ellos pocos o nulos beneficios terapéuticos. Es precisamente en el caso de estas personas en que el tratamiento asistido con heroína puede ser muy relevante. En el tratamiento de seguimiento de cuatro años que tuvo lugar en los Países Bajos y que Nesvag utiliza para demostrar su argumento, el 56 por ciento de las personas que comenzaron el tratamiento lo siguieron durante al menos cuatro años. De las personas que lo abandonaron, el 10 por ciento pasó a programas de abstinencia, mientras que la mayoría del resto fue dada de baja del programa por el personal. Cabe destacar que el cien por cien de estos pacientes ya había pasado por los estudios controlados aleatorios y había obtenido beneficios con el tratamiento asistido con heroína, que se definirían por al menos un 40 por ciento de mejora en uno o varios indicadores, como la salud física, la salud psicológica y el funcionamiento social. Además, las mejoras más importantes con el tratamiento asistido con heroína se observan en el primer año o los primeros 18 meses.
Por tanto, no está muy clara la lógica por la que el doctor Nesvag llega a la conclusión de que la experiencia con los tratamientos asistidos con heroína en los Países Bajos fue un 'fracaso'. El estudio que él mismo menciona, de hecho, concluyó que las personas que seguían este tipo de tratamiento tenían una probabilidad mucho mayor de encontrarse con buena salud que aquellas que no lo hacían, además de demostrar un nivel de consumo de drogas ilícitas y alcohol mucho menor.
Las críticas populares a los tratamientos asistidos con heroína que están apareciendo en la prensa noruega y de la que se hacen eco algunos políticos se basan en tópicos como “nunca le darías licor gratis a un alcohólico”. Este tipo de actitud, a pesar de disfrazarse con un velo ideológico de 'sentido común', delata una falta de comprensión del problema. Las verdaderas alternativas son éstas: ¿quieres que las personas que tienen problemas de adicción compren heroína a delincuentes organizados, se inyecten con agujas infectadas en los callejones y te roben el coche o en tu casa para poder pagar el precio inflado que tienen las drogas adulteradas en la calle? ¿O prefieres que vayan a una clínica y reciban asistencia médica del tipo que quizá ellos mismos deseen?
Dinamarca ha optado hace poco por saltarse los proyectos piloto y pasar directamente a ofrecer tratamiento asistido con heroína a aquellas personas que lo necesitan porque las pruebas de programas realizados en otros lugares son muy concluyentes. Esperemos que el Gobierno noruego tenga el valor de seguir este mismo camino.
Para más información (en inglés): Heroin Assisted Treatment: The state of play, informe del IDPC escrito por Christopher Hallam.