Sin voluntad de lucha contra el narcotráfico
Lunes, 20 de diciembre, 2010
El impacto de los cables de la Embajada de Estados Unidos, revelados por Wikileaks, que hablan de vínculos de militares con el narcotráfico, ha puesto en actualidad el problema de la penetración del narcotráfico en los diversos estamentos del Estado y las dudas sobre la decisión gubernamental de combatir ese grave delito. Sobre estos temas declara Ricardo Soberón, especialista en narcotráfico y temas militares y director del Centro de Investigación Drogas y derechos humanos.
-¿Cómo se explica el doble discurso del gobierno norteamericano, que por un lado señala, según las revelaciones de Wikileaks, que las autoridades peruanas no tienen voluntad de luchar contra el narcotráfico porque cobran sobornos a los narcos y, al mismo tiempo, felicita al gobierno peruano por sus supuestos éxitos en la lucha contra el narcotráfico?
-El embajador denuncia, pero en Washington, cuando se tiene que tomar decisiones la materia prima sobre corrupción enviada por el embajador en Lima es dejada de lado, porque para el Departamento de Estado es mucho más importante la relación política con el gobierno del Perú, en su apoyo a Colombia y su enfrentamiento a Hugo Chávez, que la corrupción. Por eso disminuyen el valor de las denuncias del embajador en Lima y felicitan al gobierno peruano. Eso reitera el patrón de doble discurso de la política norteamericana, que ya existía en los años noventa cuando acusaban a los militares de corruptos y felicitaban a Montesinos como exitoso. Esto demuestra que el tema del narcotráfico está supeditado a otros temas, como la importancia geopolítica del Perú o su importancia militar en su relación con Colombia.
-¿Hay alguna razón que justifique la felicitación de Estados Unidos al gobierno peruano por su política antidrogas?
-Ninguna razón, ni a nivel de erradicación de hoja de coca, ni de interdicción, ni de investigación policial. El narcotráfico en el Perú ha penetrado las estructuras del Estado neoliberal y funciona perfectamente, y el Estado no tiene ninguna intención de investigar las relaciones entre poder y narcotráfico. Esas felicitaciones al gobierno peruano sí son parte de la chismografía diplomática para poder mantener una relación estratégica.
-¿Cuántos grandes narcotraficantes han sido capturados en los últimos años?
-A partir del caso Zevallos yo contaría con los dedos de una mano los casos de narcotraficantes medianos que han sido capturados.
-¿El gobierno de García no tiene una voluntad real de luchar contra el narcotráfico?
-No la ha tenido. Los resultados nos dicen que durante la gestión de Alan García el Perú ha pasado a ser el primer productor mundial de cocaína. Ese hecho va a marcar la segunda administración del presidente García.
-¿La misma corrupción denunciada en las FFAA se repite en el Poder Judicial y en la clase política para favorecer al narcotráfico?
-Es la misma corrupción. Así como las FFAA, la Policía, la judicatura y la clase política también han sido penetradas por el narcotráfico. El modelo neoliberal no ha permitido un Estado fuerte para controlar el crimen organizado.
-¿El hecho de que hasta ahora Vladimiro Montesinos no haya sido condenado por narcotráfico es revelador de la impunidad con la que pueden actuar los grandes narcotraficantes y sus cómplices?
-Es el mejor ejemplo de la falta de voluntad política para enfrentar el narcotráfico y de la dificultad que tienen la Policía y la Justicia para investigar los casos complejos de criminalidad organizada.
-Los cables de la embajada norteamericana señalan que las FFAA no tienen la voluntad de pacificar el VRAE porque eso podría afectar las redes del narcotráfico y terminar con los sobornos que cobran algunos militares. ¿Eso explica los fracasos militares en el VRAE?
-En parte es así. Para las FFAA, el VRAE les permite peticiones presupuestales, regímenes excepcionales, un nivel de presión política muy grande y la existencia de cobros ilícitos, cuyo monto nadie puede determinar pero que se conoce existen. Llevamos cuatro años de acción en el VRAE con cambios permanentes en la estrategia militar y el narcotráfico ha seguido fortaleciéndose. Pero no es solamente un problema de falta de voluntad, sino también de falta de capacidad.
-¿Cuál es la situación de Sendero en el VRAE?
-Decir que Sendero es solamente un brazo armado del narcotráfico es un análisis que hace tiempo se alejó de la realidad. Sendero Luminoso Proseguir (que opera en el VRAE) está buscando formar un triángulo entre el VRAE, la selva central y el Alto Huallaga, donde con el tejido social, cocalero y no cocalero, estaría buscando reconstituirse políticamente y fortalecerse económicamente. De hecho ya salió del VRAE y está pasando a un trabajo para derrotar políticamente y militarmente a los acuerdistas (facción de Sendero del Huallaga que dirige Artemio).
-¿Y está avanzando en ese objetivo?
-A Artemio, que quiere negociar, el (ministro del Interior) general Hidalgo lo persigue para derrotarlo. Ese es un flaco favor que el Ministerio del Interior le hace a la política antisubversiva del Estado, porque está ayudando a que Proseguir se asiente en el Alto Huallaga. Eso se lo he dicho en la cara al general Hidalgo y él se quedó en silencio.
-¿El gobierno está siendo derrotado en el VRAE?
-El gobierno definitivamente está siendo derrotado. Hay una franca derrota de todos los objetivos del gobierno.
El caso de Paita y el general Donayre
-¿Piura, región militar de la que el general Da Silva era jefe cuando se reunió con el narcotraficante Velasco, es el principal punto de salida de la cocaína?
-Así es. El puerto de Paita, en Piura, es la principal puerta de salida de la droga que va a las organizaciones mexicanas.
-¿Paita es una puerta abierta para el narcotráfico?
-El nivel de incautación de la droga en Paita es mínimo. En general, la incautación de droga en el Perú es muy baja. El Perú produce anualmente unas 300 toneladas de cocaína, de las cuales se incautan solamente 14 toneladas. Colombia está produciendo unas 260 toneladas de cocaína al año e incauta unas 120 toneladas.
-El general Edwin Donayre, ex comandante general del Ejército, ha sido acusado de haber intercedido para que el general Miguel Hidalgo reciba, cuando era jefe de la Policía, a un militar en retiro que iba como emisario de los Sánchez Paredes, investigados por narcotráfico. ¿Están influidas por el narcotráfico las FFAA?
-La forma de influir para favorecer organizaciones criminales, como la de los Sánchez Paredes, muestra a las claras las debilidades del estamento militar y policial para caer en este tipo de actos. En este caso, entiendo que el general Hidalgo mandó retirar rápidamente a esta persona, pero la gestión se hizo y ese hecho debe ser investigado y el general Donayre debe responder por esa gestión. El Perú exporta demasiada cocaína y si eso ocurre significa que las fuerzas encargadas del control, como las FFAA y la Policía, no están cumpliendo su tarea. Las FFAA han sido penetradas por el narcotráfico. Se puede pensar en niveles de involucramiento de las FFAA con el narcotráfico de los cuales no tenemos ni idea.
Hay penetración del narcotráfico en las FFAA
-Los informes de la Embajada de Estados Unidos en los que se señala que miembros de las Fuerzas Armadas reciben sobornos del narcotráfico y que involucran directamente al general Paul da Silva, comandante general del ejército, ¿reflejan lo que realmente sucede en la relación entre los militares y el narcotráfico?
-Más allá del caso del general Paul da Silva, lo más preocupante de esos cables de la Embajada de Estados Unidos es la referencia a la existencia de redes de corrupción al mejor estilo montesinista en las FFAA. En la cartografía del poder del narcotráfico hay una perfecta segmentación de sus diversos eslabones: la parte agrícola, acopio, transporte, almacenamiento y embarque. Estas diversas instancias tienen que hacer pagos...
-¿Y hay militares que cobran sobornos al narcotráfico en todo ese circuito que va desde la producción hasta el embarque de la droga?
-Se pagan sobornos desde el VRAE hasta el embarque de la droga en el puerto de Paita. Existen evidencias de esto, como el caso de los 700 kilos de cocaína que el año 2004 se encontraron en el Casino Militar de Piura. En las investigaciones de ese caso se hace mención a las reuniones de los carteles mexicanos de la droga con mandos del ejército en Piura. Dentro del proceso tengo entendido que están incluidos tenientes y mayores, pero ningún oficial importante. La reunión en Piura del general Da Silva con (Rolando) Velasco Heysen (detenido por narcotráfico) es otro indicio de esa relación de elementos de las FFAA con el narcotráfico. Para llegar a un nivel probatorio es necesario cruzar información tributaria y patrimonial para detectar casos de enriquecimiento indebido de determinados oficiales.
-¿Esa investigación debería comenzar con el general Da Silva?
-Sí, es lo menos que se puede pedir.
-¿Qué opina de la reacción del general Da Silva, anunciando una investigación a fondo en el Ejército no para esclarecer esta denuncia del pago de sobornos del narcotráfico sino para descubrir a la persona que dio la información de su reunión con el narcotraficante Rolando Velasco?
-Es una reacción por lo menos sospechosa de no querer ayudar a que la Justicia logre determinar la existencia o no de un hecho ilícito. Esta reacción del general Da Silva acredita que durante su gestión como comandante general del ejército no va a poner las cartas sobre la mesa con relación a este hecho.
-¿El general Da Silva debe renunciar?
-En otro país se habría dado esa renuncia. Recuerdo el caso de un zar antiDrogas de México, el general García Rebollo, que fue vinculado al narcotráfico y renunció. Lo mejor sería que el general Da Silva dé un paso atrás hasta que se defina su situación. Su gestión como comandante general del ejército estará debilitada por este hecho.
-¿La posición del gobierno, con el canciller García Belaunde pretendiendo descalificar la denuncia contra el general Da Silva llamándola chismografía, apunta a encubrir a militares que puedan estar involucrados con el narcotráfico?
-Diría que por lo menos hay la voluntad de poner obstáculos para una investigación. No se podía esperar otra cosa del gobierno de Alan García, que no ha querido investigar la relación de la política con el narcotráfico durante toda su gestión, a no ser para intentar enlodar a determinados líderes sociales. No se trata de simple chismografía, sino de material que tiene nivel secreto por el cual un diplomático informa a su gobierno de la situación en el país. Eso, por lo menos, debe dar lugar para una investigación seria al interior del gobierno sobre las ramificaciones del narcotráfico. Esta revelación es un indicio suficiente para iniciar una investigación a nivel parlamentario sobre este hecho y solicitar que el Ministerio Público le dedique a este caso un esfuerzo tan riguroso como el que le dedica a la Operación Eclipse 2010. Sería muy bueno que el Ejército permita una investigación transparente a nivel de su Inspectoría y que ponga a los oficiales involucrados a disposición de la Justicia.
-¿Es posible esperar una investigación transparente de este caso en el Ejército?
-El trabajo que pueda hacer Inspectoría del Ejército para determinar si existe una caja negra del narcotráfico en distintos niveles del Ejército tendría serias limitaciones. Pero con o sin actuación de la Inspectoría del Ejército, debe haber una investigación en el Congreso, que pueda hacer visitas inopinadas a las unidades militares ubicadas en las zonas de producción y embarque de la droga y revisar la situación patrimonial de los responsables de esas unidades.
Entrevista: Carlos Noriega