Indulto de mulas en Ecuador
Una propuesta sensata
Febrero de 2009
En los últimos meses de 2008, alrededor de 1.500 personas que estaban en las cárceles de Ecuador sentenciadas por trafico de drogas recuperaron su libertad a través de una medida conocida como el “indulto para mulas”.
El sistema penal en América Latina está desde hace varios años bajo fuertes presiones debido a los abusos en los que incurre para enfrentar el fenómeno del consumo, tráfico y producción de las sustancias controladas, representando un callejón sin salida que merece una reconsideración crítica. El sistema carcelario ha sido y sigue siendo el depositario de las políticas internacionales de “tolerancia cero” en materia de lucha contra las drogas. En todas partes en donde se aplican políticas de cero tolerancia en materia de sustancias controladas, la consecuencia es un aumento, en muchos casos, dramático de la población carcelaria.
El indulto a los pequeños traficantes o transportadores de droga, como fue propuesto por el Gobierno del Ecuador, y aprobado por la Asamblea Constituyente, es un ejemplo de sensatez y pragmatismo, digno de imitar por otros países. El indulto muestra la cara humana hacia un grupo grande de personas totalmente abandonado por las autoridades, además reconoce el nivel de barbarie de una legislación antidroga impuesta a los países de la región desde los años ochenta.
La medida es polémica por tratarse de tráfico, pero reconoce finalmente que hay una zona gris en el mercado de drogas, que involucra a muchas personas de origen humilde y pocos recursos. Castigar a estas personas sin ofrecerles ninguna otra opción simplemente no es justo ni proporcional al delito cometido.
Al mismo tiempo, la medida podría caer en saco roto si no se apoya sobre reformas a la legislación vigente en materia de drogas en Ecuador. Lo mismo que para otros países de la región, el Ecuador podría inspirar con su propuesta de reforma a otros gobiernos que buscan liberarse del peso de su legislación impuesta en materia de sustancias controladas.